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El Aeropuerto de Brindisi, al servicio de un área muy vasta, es la puerta de acceso  a un territorio de fuerte vocación turística. En el articulado sistema de transportes de la Región, la escala reviste un rol fundamental disponiendo de dos estructuras, puerto y aeropuerto, que de hecho constituyen una única realidad. Una dotación aeroportual de altísimo nivel que permite a Brindisi alcazar niveles de excelencia sobre en el plan de integración intermodal de los sistemas de transporte. Esta en avanzada fase proyectual una conexión integrada con el metrobus entre el Aeropuerto y la red ferroviaria.

A ésta enorme potencialidad de desarrollo ha sido dado un adecuado soporte con un plano de intervenciones que han revaluado la escala que hoy, a pleno título, subentra en aquellos de interés nacional previstos en el Plan Nacional de los Aeropuertos. El nuevo plan de desarrollo aeroportual prevee nuevas plantas y sistemas AVL sobre las dos pistas de vuelo y una nueva torre de control.

Actualmente están en curso los trabajos de ampliación de las plazas de parada de aeromóviles y de las salas de embarque.

Para estos últimos, están previstas nuevas áreas de 1500 m2, 3 ulteriores gates colocados en el primer piso de la actual aeroestación y 2 coberturas de conexión con los respectivos espacios o islas de aparcamiento en las zonas de llegada y salidas (área land side).

La principal finalidad de las intervenciones ha sido aquella de mejorar los estándares de servicio, operativo y funcional de la escala.

La ampliación ha sido obtenida con la creación de nuevos espacios a lo largo de los cuatro lados de la precedente aeroestación, un nivel de superficie en los lados largos y dos cuerpos de construcción sobre la parte principal del nivel.

Para los prospectos ha sido individuada una solución decidida sin compromisos en a búsqueda de una espacialidad abierta. Para las fachadas, en cambio, ha sido realizada una nueva estructura portable, triangular en material tubular, de acero, transversales respecto a los pilastros existentes, alternados con redes elaboradas en tejido de acero inoxidable  a alta tecnología. Este tipo de fachada pre escogida, además de permitir un mejor control del microclima y un mejor confort ambiental, permite una reducción de alrededor del  30% de recurso energético. En tal modo, además de una fuerte caracterización formal del edificio, con aspecto reconocible sólido y durable, se ha exaltado la idea de «lugar» no sólo de apurado corredor, sino de lugar de encuentro e intercambio.

Una gran pensilina en paneles laminados de aluminio contribuye a diseñar la línea de separación  de la cobertura a lo largo de la totalidad del frente peatonal, permitiéndo la protección de los agentes atmosféricos en correspondencia de las llegadas y salidas de los vuelos. Los requisitos técnicos adoptados por el proyecto han sido utilizados  todos con la finalidad de tener un edificio seguro, eficiente y placentero, que sea vivible por todos los usuarios, tanto aquellos saltuarios como aquellos permanentes y contínuos.

El sistema de acceso viario a la aeroestación y la dotación de espacios para el aparcamiento y estacionamiento de los buses, resultaban inadecuados  y subestimados respecto de las previsiones del tráfico del 2007 al 2017.

Con el proyecto se ha actuado la racionalización de la modalidad de acercamiento a la aeroestación y al aparcamiento, realizando un sistema anular de distribución que permite mayor fluidez de circulación y una mejor comprensión  de los espacios y de las jerarquias funcionales del tráfico.

Todos los bordes de la zona peatonal y los bordes de la zona de parking, además de las islas divisoras del tráfico, están adecuadas al sistema verde, con una adecuada elección de las plantas características de la zona.